El congresista Freddy Díaz –denunciado e investigado por violar a una trabajadora en las oficinas del Congreso de la República– puede pasar, hoy, de la comodidad de una curul a una fría cárcel en Lima. Esto debido a que el juez supremo Juan Checkley llevará a cabo, desde las 12:30 p.m., la audiencia de prisión preventiva para resolver el futuro judicial de este mal ‘padre de la patria’.

Si bien Díaz fue salvado de ser inhabilitado del cargo por 23 votos en el Congreso, este hecho alertó a la Fiscalía de la Nación, pues el blindaje activó el peligro de fuga y el peligro procesal; por eso el Ministerio Público solicitó que el otorongo afronte en prisión lo que resta de la investigación.

Para la Segunda Fiscalía Suprema, a cargo de Zoraida Ávalos, “existe sospecha reveladora de la comisión del delito denunciado y de la presunta responsabilidad del imputado, dado que el congresista Díaz ha sido sindicado directamente por la agraviada”.

Ávalos también advierte que el legislador ha aceptado el encuentro sexual con su trabajadora el 26 de julio de 2022, sin embargo, Díaz “sostiene que mantuvo relaciones sexuales consentidas”.

El Ministerio Público llevará al juzgado tres testimonios que implican a Díaz, además expondrá los peritajes a los que fue sometida la víctima y que confirmaron las lesiones recientes producto del contacto forzado con el legislador.

En una entrevista reciente en Canal N, la víctima señaló que los congresistas “se burlan de mi caso y de muchas mujeres que se atreven a denunciar”. Si Freddy Díaz decide no asistir a la audiencia (que será virtual) y no presentar un abogado defensor, el juez Checkey ha previsto que se le asigne un abogado de oficio.

RECONSIDERACIÓN, YA

Después del blindaje de la izquierda del Parlamento y de otros congresistas de centro, se presentó un pedido de reconsideración a la votación que salvó a Díaz de la inhabilitación por 10 años para el ejercicio de la función pública.

Esta solicitud se verá como primer punto en la agenda del Pleno del Legislativo que se inicia hoy desde las 9 a.m.

El artículo 58 del Reglamento del Congreso señala que “las reconsideraciones se presentan por escrito luego de las votaciones y su aprobación requiere el voto de más de la mitad del número legal de congresistas”. Es decir, los otorongos tendrán la oportunidad para resarcir el daño causado.

Si la reconsideración prospera, se someterá, otra vez, a votación el informe final que recomienda echar a Díaz del Estado por un buen tiempo. Si esta solicitud cae en saco roto, el bloque de izquierda pasará a la historia como la peor representación de los últimos años.